Como Julián empezó a leer
Hace un
tiempo en un pueblo del sur de nuestro país vivía Julián, un niño al que no le gustaba leer.
Decía
que los libros no eran tan entretenidos como las cosas que podía encontrar en internet
Su
madre, siempre buscaba diferentes
maneras, para que su hijo leyera, pero todos esos intentos eran en vano. Ella
no sabía ya que hacer, si obligarlo o
dejarlo que siguiera sin leer.
Gloria,
que así se llamaba la mama de Julián, un día ella se canso de que su hijo no
leyera y decidió mandarlo a leer
Le saco
la computadora y le dijo:
-Hay
muchas cosas interesantes mas allá de la compu… por ejemplo leer un libro. La
lectura te lleva a lugares que nunca imaginaste y te permite vivir experiencias
que nunca soñaste. ¿Por qué no lo intentas?
Esto
causo un gran enojo en Julián pero en vez de discutir con su madre, salió de su
casa y se fue a caminar por el pueblo.
Mientras
andaba caminado por la calle, pateando las piedritas y esquivando al viento,
vio que en la plaza había un grupo de chicas.
Una de
ellas le llamo la atención y se quedo mirándola un rato.
Era muy
bonita, con un cabello muy largo, de color marrón, petisita, tenía rasgos finos y ojos color miel
Julián
se enamoro a primera vista… y se quedo sentado en un banco mirando como las
chicas jugaban, en realidad mirando a esa niña que le parecía tan hermosa
Después
de un rato, las amigas de la niña se fueron y ella se quedo sola, saco un libro
y se puso a leerlo.
Julián pensó que era el momento para ir y acercarse
para hablar con ella, pero no sabía cómo
hacerlo o que decirle
Dio
unas cuantas vueltas mientras se decía: -“Dale nene, ¿qué te pasa, te da miedo?
Casi
casi deja un surco de tanto darle vueltas al pino de la plaza
Hasta
que por fin se le ocurrió preguntarle
qué libro estaba leyendo, ya que la había visto con él en la mano; tomo coraje
y se acerco
Se
quedo parado a su lado, pero ella ni se enteró
-¿Qué
le pasa? No me registra, no se dio cuenta que estoy hace 5 minutos parado,
parezco un poste (pensó Julián)
Trago
saliva y tosió pero la niña no sacaba la
vista de su libro
Entonces
haciendo un esfuerzo enorme por no ponerse colorado, le toco el hombro y le pregunto su nombre.
-Me
llamo Candela ¿y vos?
-Julián,
hace un rato que estoy acá y no te diste cuenta ¿Tan bueno esta ese libro que estás
leyendo que no te das cuenta lo que pasa a tu alrededor?
-Uuh…disculpa
pero estoy en la mejor parte
-¿Qué estás
leyendo?
- Una
historia sobre piratas que se llama “Las increíbles aventuras de Giovanni y
Gianluca”.
Esto a
Julián le pareció raro ya que era una
niña.
Le
pregunto porque leía ese libro y no uno
para mujeres.
Candela
le contesto: -Estas equivocado, no hay libros para niñas, ni libros para niños,
sino que todos pueden leer cualquier libro y de cualquier género.
Julián
se quedo helado ante la respuesta
-Y a
vos ¿que te gusta leer?
Julián
se puso colorado y le dijo que no leía porque le parecía aburrido.
-¡Ay
nene, no entendés nada! Leer es algo increíble y divertido que te lleva a un mundo mágico y fascinante.
Candela entonces cerro su libro, se despido y se fue.
Mientras
que Julián volvía a su casa, pensaba en lo que le había dicho Candela y que si
se quería acercar más a ella tendría que empezar a leer.
Cuando
llego a su casa, le pregunto a su mamá si estaba el libro que Candela estaba
leyendo
Gloria
casi se muere de la emoción, ¡su hijo le había preguntado sobre un libro! Fue a
la biblioteca y se puso a buscarlo, ya que hacia un tiempo se lo había comprado,
lo encontró y se lo dio aún sorprendida.
Julián
lo tomo y se puso a leerlo.
Al
principio no le pareció entretenido, mas bien le daba sueño pero de
a poco le fue gustando, se paso toda la noche leyendo. Quería terminarlo
para poder hablar con Candela él
Mientras
avanzaba en la historia pensó: -No está tan mal
Al día
siguiente, fue a la plaza a ver si encontraba a Candela.
Al
verla, fue hacia donde ella estaba y le comento que lo que le lo que le había dicho, si bien no le había
gustado, le hizo caso y que se puso a leer.
Candela
le respondió: -¡Bien ahí! ¿Y qué parte te gusto más?
Se pusieron
a comentar el libro y así se pasaron toda la tarde hasta que oscureció
-¿Nos
vemos mañana? preguntó Julián
-¡Dale!
Julián
tímidamente le beso la mejilla y salió disparado como un cohete, pensando que
libro podría leer para sorprender a su nueva amiga, aunque esta vez dormiría a
la noche porque estaba muy cansado
Así fue
como Julián se hizo amigo de los libros y a partir de es eprimer libro que leyó
gracias a Candela, se transformo en un gran lector y en poco tiempo le estaba
pidiendo a su mamá que le comprara libros nuevos porque los que tenía en su
casa ya los había leído.
Mailen Amor
Corrección del cuento
Fue después de una de esas
agarradas que las cosas cambiaron casi sin darse cuenta como sin querer.
Corrección del cuento
REUNIÓN DE AMIGOS
La noche va cayendo
lentamente y cubre con su manto las casas del pueblo donde vive Julián.
Desde su ventana mira como,
una a una, se van encendiendo las luces de las ventanas.
Tiene todo listo: la
mesita ratona cubierta con un mantel tejido al crochet, en la bandeja un termo
con chocolate y otro con agua para el mate que esta listo para ser cebado junto
a las tazas apiladas y la azucarera que era de su madre.
Solo falta el budín de
limón que dejo en la cocina.
¡Cuánto hace que la
ceremonia se renueva!
Ya perdió la cuenta.
Lo que si sabe es que
desde hace una punta de años se repite sin interrupción.
Cambiaron los lugares
y algunos de los participantes pero la ceremonia sigue igual
¡Y pensar que si
alguien le hubiera dicho, cuando era un niño, que esto iba a pasar se hubiera reído
sin parar un par de días!
Cuando todo empezó su
madre casi se desmaya, había intentado
todo para acercarlo a quienes hoy son parte del encuentro, si hasta por esto se
habían peleado más de una vez.
Tendría unos 10 años y
salió enojado, rumbo a la plaza pateando piedritas. Al llegar descubrió que sus
amigos no estaban.
Raro, porque a esa
hora se juntaban a jugar al fútbol.
Las que si estaban
eran “las loras”, un grupito de chicas que también todas las tardes se reunían
en la plaza a charlar sin parar un segundo.
Entre ellas estaba
Candela, una petisa, flaquita de ojos color miel y pelo muy largo
Ella le gustaba pero nunca
se había animado a hablarle.
Solo y enojado, se sentó
bajo el pino para mirarla de lejos.
Las chicas se fueron
yendo, pero Candela no. Se quedo, dándole la espalda sentada, quietita muy
quietita apenas si movía la cabeza.
Julián no entendía que
hacía hasta que la curiosidad pudo más y
dejando el pino se acercó, sin hacer ruido y vio que leía.
Tan concentrada estaba
que no se dio cuenta de que Julián estaba parado a su lado.
Pasaron varios
minutos, en realidad muchos minutos y cuando el sol empezó su retirada y el
frío a apretar Candela cerró su libro y lo guardo en su mochila.
Recién en ese momento
se dio cuenta de que estaba allí.
Lo miró de arriba a abajo
y el preguntó:
-¿Necesitas algo?
Rojo, bordó, violeta
fueron los colores que pintaron su cara, que hervía tanto como sus orejas.
Cuando por fin pudo
hablar, le hizo la pregunta que nunca pensó le haría a nadie.
-¿Qué estás leyendo?
Nunca imaginó que esa
pregunta tan simple y hecha sin pensar podría cambiarle tanto la vida.
Aunque en verdad
siempre le quedo la duda ¿Fue la pregunta? ¿Fue la respuesta? ¿O fue la
conversación que tuvieron esa tarde, cuando dejaban la plaza mientras el sol se
metía entre las sierras y el pueblo se teñía de naranja?
Caminaron despacio,
charlando y es esa conversación fueron apareciendo personajes increíbles,
paisajes y aventuras nunca imaginados, nombres de libros y autores desconocidos.
Candela hablaba,
hablaba y hablaba.
Julián, mudo,
escuchaba sin poder contestar pero sintiendo que un mundo nuevo se abría ante sí
y de la mano de su nueva amiga.
Un mundo que
desconocía y lo intrigaba, metido en unas cuantas hojas escritas entre dos
tapas duras que ella le dio al llegar a su casa diciéndole que era un préstamo.
Fue hacia su cuarto y tiró
el libro sobre su mesa de luz y ahí lo olvido, preocupado por la
tarea pendiente y distraído por los
gruñidos de su estómago que le recordaron que no había tomado la merienda.
Después de la cena y
al volver al cuarto tenía demasiado sueño para ocuparse de él y se durmió
apenas apoyo la cabeza en la almohada.
Pasaron varios días y
el muy testarudo seguía donde lo había dejado, hasta que una tarde lluviosa
empezó a leerlo, le intrigaba saber lo que podía encontrar en su interior.
Lo abrió y empezó a
recorrer sus hojas.
Al principio no le
atrajo nada de lo que estaba escrito y
pensó que lo que le había dicho Candela era puro bla bla bla y que eso de que se transportaría a otro mundo no existía, ni
pasaría.
Pero esta idea cambio cuando se encontró con el Capitán Jack,
que lo llevo en un viaje sin igual a
través de los mares del mundo, con Giuliana su pequeña hija y eterna enamorada
de Giovanni, las sirenas y un tesoro
escondido, una aventura fantasiosa e increíble.
Toda la noche siguió a Jack, y cuando empezó a salir el
sol, ya estaba planeando como seguir descubriendo ese mundo nuevo que tenía más
capítulos y nuevos títulos.
Suena el
timbre y Julián vuelve del mundo de los recuerdos, dejando allí “Las
increíbles aventuras de Giovanni y Giuliana”.
Mira a su alrededor y
va prendiendo las luces de la sala mientras va hacia la puerta
Antes de abrir se
acomoda la ropa y se mira de reojo en el espejo, esta más canoso y esos
anteojos nuevos le quedan bien.
-¡Hola, hola!
Besos y piropos a las
chicas. Abrazos y palmadas a los varones.
El aire frío de la
noche entra por la puerta mientras entra su última invitada: Candela que lleva
una bolsa azul en sus manos.
-Te traje esto,
nuevito, nuevito acaba de salir.
Cuando lo termines me
lo prestas.
Otra vez su amiga, la
que le prestó el primer libro que leyó entero, el que le abrió aún más las
puertas de ese mundo maravilloso que Candela le describió ese día que volvieron
caminando de la plaza.
Otra vez empieza la
ceremonia, los amigos se reúnen en la casa del profesor de literatura, otra
noche mágica que los junta para compartir su pasión como hace tantos años, cada mes, ellos, sus amigos y sus libros.
Mailen Amor
Mailén, en tu predomina el decir sobre el narrar, no hay suspenso ni tensión y las acciones se tornan previsibles y no logran conmover. El narrador habla sobre lo que sucedió o sucede pero no hacen que los hechos sucedan. Repensar qué hace que el "cómo" se cuenta sea tan importante como la historia contada.
ResponderBorrartexto.
¿Cómo interviene tu imaginación en la elaboración de esta historia? ¿Cuál es la transformación de la realidad que te propusiste al escribirla? No pierdas de vista que estamos en literatura y la consigna planteaba la escritura de ficción.
Rever construcción de párrafos y oraciones; uso de puntuación, tiempos verbales, repeticiones innecesarias y tildes.
Ojalá te den ganas de volver a sentarte con este texto y practiques la reescritura, porque a escribir se aprende escribiendo.
Nota: 5