Esta relato narra la historia de un hombre que vomita conejos en un departamento ajeno, estos conejos terminan siendo los responsables (desde el punto de vista del hombre) de la destrucción de variados objetos dentro de la casa, pero se puede notar que los conejos en realidad son parte de él mismo y que es el quien con un lado destructivo o malvado realiza dichas acciones ciertos indicios de esto son perceptibles como: el hecho de que los conejos estén despiertos de noche y duerman por el dia que es cuando el hombre esta lucido y en su sano juicio y los reprime encerrándolos en el armario tal como el esta acostumbrado a empacar maletas por continuos viajes, a su vez nadie excepto el ve a los conejos y en cuanto a esto hace una referencia en el final diciendo "No creo que les sea difícil juntar once conejitos salpicados sobre los adoquines, tal vez ni se fijen en ellos, atareados con el otro cuerpo que conviene llevarse pronto, antes de que pasen los primeros colegiales." y convirtiendo así al final de la historia que, hasta entonces era una carta hacia una colega, en una nota de suicidio.
el hombre parece poder vivir con hasta 10 conejitos, pero se suicida cuando los conejos son 11 dando a pensar que lo han superado.
Francisco Martin
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