viernes, 10 de octubre de 2014

Carta a una señorita en París

   Es un cuento fantástico en el cual un hombre le manda una carta a su amiga Andrée, la cual le prestó su departamento mientras ella se encuentra en París. El hombre suele mudarse muy seguido, ya se vuelve una rutina el cambio de hogar que ni abre las valijas al estar en el departamento.                                
  Él le cuenta un secreto que nadie sabía sobre él, el secreto es que el vomita conejos una vez por mes. Lo que le preocupa al narrador es el hecho de que cuando empieza  a vivir en el departamento empieza a vomitar conejos más seguido que de costumbre.  Él se incomoda mucho con el orden que tiene el departamento de Andrée, se siente sofocado con tanto orden que tiene miedo a tocar algo alteraría el juego de relaciones en toda la casa. En el departamento convive con Sara que es la empleada domestica de Andrée, Sara es la que mantiene todo a la perfección.
  En el tiempo que vive ahí vomita unos 10 conejos y no logra matarlos porque no puede y no quiere entonces decide quedarse con ellos y alimentarlos con hojas de tréboles. Los conejos representan el desastre del narrador, ellos destruyen varias posesiones de Andrée. Después de esos hechos él busca la forma de reparar esos destrosos antes de que los vea Sara.                                                      
  Ya casi en el final el hombre tiene 11 conejos y cansado de el desorden, el caos y la angustia que producen los conejos decide suicidarse con ellos.                       
  
   En el cuento se puede ver como el hombre no se siente cómodo estando en un ambiente tan ordenado pero después el termina obsesionado con el orden también. También se logra notar como los conejos son parte de él, ya que cuando se va a matar se suicida con ellos y por eso era que no podía matarlos el mismo. Otra cosa que se puede ver son los pasajes ya que él era un traductor de tres idiomas al igual que a Andrée  “…-yo quería leerme todos sus Giraudoux, Andrée, y la historia argentina de López que tiene usted en el anaquel más bajo-…” , eso también está relacionado con el orden, y en el momento que vomita a los conejos lo hace en el ascensor entre el primer piso y el segundo justo en el pasaje de piso, eso dice que no está ni en uno ni en el otro piso. Otro hecho de pasaje es que el narrador esta enviándole una carta a Andrée en Septiembre, época en la que empieza la primavera en Buenos Aires mientras ella se encuentra en París Francia cuando el verano ya está terminando y el invierno comienza. En el final del cuento se puede entender que no fue una carta común y corriente sino que fue una carta de suicidio que le deja a Andrée.
 Dylan Bredeston.

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