Me desperté agitado, tuve un sueño raro, mi fortuna se esfumaba. Salté de la cama acelerado para comprobar que todo estaba bien. Tuve que pasar por encima de Adriana o Andrea, no me acuerdo el nombre, pero noté que tenía unas piernas extravagantes y que juntos pasamos una gran noche. Mi cabeza no paraba de dar vueltas, con suerte pude llegar al baño para darme una ducha y despejarme de esa pesadilla.
Le deje una nota a mi acompañante de la noche anterior y partí hacia mi rutina de todos los días. Primero fui al gimnasio, donde me ejercité lo suficiente como para mantener mi cuerpo en buen estado. Luego, me bañé rápidamente para poder seguir con mi día.
Me subí al coche y arranqué, unas calles después me encontré con una manifestación que me obligó a bajar de mi auto y continuar mi trayecto a pie. Decidí ir por el medio de la plaza para acortar camino, donde vi a un señor que estaba repartiendo libros. Lo miré despectivamente y me desplacé para el lado contrario, éste muy emocionado me empezó a gritar que tenía un libro especial para mí, hice caso omiso a sus palabras y seguí caminando. Caminé unos pasos más y el hombre estaba adelante mío, para que no me siguiera persiguiendo tomé lo que me ofrecía con mala cara.
Cuando ya estaba llegando al final del parque aproveché para tirarlo disimuladamente pero cuando logré hacerlo una mujer me llamó y me dijo que se me había caído el libro. Al voltear vi que era preciosa, tenía unos ojos celestes en los que una persona se podía perder por horas, sus labios eran carnosos y voluminosos pintados con un color rubí intenso, tenía unas curvas excelentes y un pelo que parecía de seda. Me entregó el libro comentándome que este era su favorito y quería saber mis opiniones del final. Yo alegremente le dije que todavía no lo había terminado pero que planeaba sentarme a la tarde y leerlo. Ella muy informada e interesada me dio charla acerca de éste y yo no entendía nada, trataba de que no se note pero ella muy astuta se dio cuenta. Al pedirle su número de teléfono me pidió que la agende con el nombre Maia Grey, me dijo que sólo la podía llamar si terminaba el libro y lo entendía, para tener una conversación coherente acerca de ello.
El tiempo fue pasando y cada día dedicaba dos horas a la lectura del libro, cuanto más lo leía más extraña era la sensación. Veía reflejada mi personalidad con la del personaje principal aunque no creía que pudiese ser tan arrogante y egoísta.
Al terminar el texto y ver ese final abierto descubrí que éste narraba mi historia y ese hombre tan manipulador y egocéntrico era yo mismo. No lo podía creer, fue horrible darme cuenta de que esa era mi personalidad. Lo primero que hice al reconocerlo fue llamar a la mujer del parque para que me explique por qué contaba mi vida un libro tan común que me dieron en la calle, ella jamás contesto mis llamados.
Pasaron meses y nunca pude comunicarme con Maia. Una noche me la crucé en la calle pero cuando grité su nombre salió corriendo, así que la perseguí hasta alcanzarla. Ella me dijo que no podía contarme nada del contenido del libro ya que era secreto, yo sólo debía darme cuenta de lo que pasaba y de lo que tenía que hacer, a lo que le contesté que quería cambiar mi personalidad y que para ello necesitaba su ayuda. Lloré, supliqué y grité, pero ella me dijo que su trabajo ya estaba hecho y que ahora todo quedaba en mí, luego desapareció en la oscuridad.
El día de hoy soy un hombre nuevo, cree una fundación para gente con problemas de autoestima y de egocentrismo, estoy casado y tengo tres hijos, ya no pienso solo en mí mismo. Ese libro maravilloso y esa mujer hermosa me han cambiado la vida, lamento nunca habérmela cruzado de nuevo, si nunca sucede igualmente estaré muy agradecido con esta eternamente, gracias a ella leí el libro y me ayudó a cambiar para ser el gran hombre, padre y esposo que soy hoy en día.
Camila Gomez Arinelli e Indira Hojman Goren
Corrección
Me desperté agitado. Tuve un sueño raro, mi fortuna se esfumaba. Salté de la cama acelerado para comprobar que todo estaba bien. Tuve que pasar por encima de Adriana o Andrea, no me acuerdo el nombre. Pero noté que tenía unas piernas extravagantes y que juntos pasamos una gran noche. Mi cabeza no paraba de dar vueltas, con suerte pude llegar al baño para darme una ducha y despejarme de esa pesadilla.
Le deje una nota a mi acompañante de la noche anterior y partí hacia mi rutina de todos los días. Primero fui al gimnasio, donde me ejercité lo suficiente como para mantener mi cuerpo en buen estado. Luego, me bañé nuevamente para poder continuar con mi día.
Me subí al coche y arranqué. Unas calles después me encontré con una manifestación que me obligó a bajarme y continuar mi trayecto a pie. Decidí ir por el medio de la plaza para acortar camino. Allí vi a un señor que estaba repartiendo libros. Lo miré despectivamente y me desplacé para el lado contrario, éste muy emocionado me empezó a gritar que tenía un libro especial para mí, hice caso omiso a sus palabras y seguí caminando. Caminé unos pasos más y mágicamente el hombre estaba adelante mío. No se como hizo para llegar más rápido que yo a ese lugar. Pero para que no me molestara más tomé lo que me ofrecía con mala cara.
Cuando ya estaba llegando al final del parque aproveché para tirarlo disimuladamente, pero cuando logré hacerlo una mujer me llamó y me dijo que se me había caído el libro. Al voltear vi que era preciosa, tenía unos ojos celestes en los que una persona se podía perder por horas, sus labios eran carnosos y voluminosos pintados con un color rubí intenso, tenía unas curvas excelentes y un pelo que parecía de seda. Me entregó el libro comentándome que debía leerlo y que quería saber mis opiniones del final. Yo alegremente le dije que todavía no lo había terminado pero que planeaba sentarme a la tarde y leerlo. Ella muy informada e interesada me dio charla acerca de éste y yo no entendía nada, trataba de que no se note pero ella muy astuta se dio cuenta. Al pedirle su número de teléfono me pidió que la agende con el nombre Maia Grey, me dijo que sólo la podía llamar si terminaba el libro y lo entendía.
El tiempo fue pasando y cada día dedicaba un par de horas a la lectura del libro. Cuanto más lo leía más extraña era la sensación que tenía al leerlo. Veía reflejada mi vida con la del personaje principal aunque no me veía como una persona tan arrogante y egoísta.
Al llegar a la mitad del texto, me dí cuenta que el libro narraba mi vida. No tuve el valor de terminarlo pero lo que leí me dejo una enseñanza y creo que por alguna razón especial esa novela llegó a mis manos. No podía creer la terrible persona que era y nunca haberme dado cuenta de eso. Inmediatamente después de cerrar el libro llame a la mujer del parque para que me de una explicación de lo que acababa de leer y de quién era ella. Pero nunca contestó mis llamados.
Habían pasado meses y seguía sin poder comunicarme con Maia. Una noche me la crucé en la calle pero al gritar su nombre salió corriendo, por lo que la perseguí hasta alcanzarla. Ella me dijo que no podía contarme nada del contenido del libro ya que yo, por mi cuenta, debía darme cuenta de lo que pasaba y de lo que tenía que hacer, a lo que le contesté que quería cambiar mi personalidad y que para ello necesitaba su ayuda. Lloré, supliqué y grité, pero ella me dijo que su trabajo ya estaba hecho y que ahora yo debía generar mi propio cambio, luego desapareció en la oscuridad.
Hoy en día cambié totalmente. Cree un centro de ayuda para personas con problemas de autoestima y de egocentrismo. También logré encontrar el amor y tuve tres maravillosos hijos. Ya no pienso sólo en mi, sino que también en las personas que me rodean.
Estoy plenamente agradecido de haber leído ese libro y haberme cruzado a esa mujer aquel día en el parque, ya que sin ellos en este momento no sería quien soy y seguiría con mi postura egoísta.
Chicas, la intención es buena pero no alcanza, porque elaboran un texto que necesita mucho trabajo aún. La historia resulta inverosímil y, por momentos, incoherente.
ResponderBorrarSi bien un relato fantástico rompe la lógica de lo racional, construye una nueva que, sin dar explicación, da sentido a lo sobrenatural para que aparezca como natural. Ustedes no lo logran porque los hechos suceden sin que pueda encontrarse esa naturalidad que permite aceptar lo fantástico.
Rever puntuación, conectores, tiempos verbales, repeticiones innecesarias y tildación.
Estaría bueno que le dedicaran tiempo a la reescritura, porque a escribir se aprende escribiendo.
Nota: 5