Cuando la fortaleza se convierte en tristeza y el ''mientras tanto'' en un ''para siempre''.
Desde un principio me interesó mucho la temática elegida.
Siempre estuve acostumbrada a que me relaten sobre el Proceso y a verlo en
películas o series, pero no tanto desde la
perspectiva de la lectura.
Elegí este libro en primer lugar porque tiene como protagonistas
a los niños. Los relatos que siempre oía
eran sobre los adultos, pero no acerca de cómo habrían sufrido los más pequeños
la pérdida de sus familiares, amigos o simplemente conocidos, qué pasaba por
sus mentes al oír la palabra ‘’desaparecido’’ y cómo tomaban la aterradora
realidad en su vida cotidiana. Quiero leer este libro porque me gustaría saber
cómo fue para estos dos hermanos vivir tal barbarie y tratar de sobrevivir a la
vida cotidiana.
Sábado 14 de noviembre (por la mañana: cap. 1- 3)
Lo primero que observo en el libro es la portada: dibujos
hechos por niños. Se pueden observar en ellos gente llorando, mirando la luna,
las FFAA en pleno operativo, dos señoras mayores sentadas, entre muchos otros.
Leo la dedicatoria y me doy cuenta de que frecuenta el
término ‘’memoria’’. Me gusta mucho lo que escribe para Juan. Paso a la
siguiente a la página y observo las frases de otros autores pero solo me gustan
las dos primeros.
Empiezo con el primer capítulo. Los padres montoneros de los
dos pequeños Parece que el personaje siente que se encuentra en alguna misión, en la
que ellos deben resistir un ataque y combaten con la realidad a la que llaman
guerra. En un principio la protagonista lo relata como si estuviera viviendo un
cuento y me agrada que la autora lo relate de esta manera, pero a medida que crece el personaje cae en cuenta
que nada es parecido a una fantasía.
No aclara cuántos años tiene la niña, pero veo cómo tuvo que
fortalecerse, por su hermano, familia, y fundamentalmente para poder seguir
adelante día a día. Estas escenas me remontan a mi niñez, cómo cuidé a mis dos
hermanos mellizos menores y el aprecio que les tengo. Quizás es porque soy
hermana mayor y me identifico con ella.
Comienzo con el segundo capítulo: me intriga saber si la
historia de Irina Sandler es real así que la busco. Resulta que si lo es. Era
trabajadora social, enfermera y ayudó a más de 2500 niños a huir del nazismo en
Varsovia aunque la información que encontré relataba otra manera en la que
Irina salió del lugar de tortura en el que se encontraba.
Me causa muchísima tristeza la impotencia de los familiares
al frente a semejante situación. Cómo soportar la angustia de una abuela y la
locura de la otra, sus tíos haciéndose cargo de sus sobrinos y esperando a que
la asistente social no toque nunca la puerta de su casa. La protagonista se
preocupa por lo que le pudo haber pasado ya que nunca llegó. Cree que le pasó
‘’Lo Peor’’. Sin embargo, pocas palabras después, deben ir al Juzgado a ver a
una asistente. Cuando llegan, describen un lugar frío y horrible, lo que me
hace pensar que es muy tenebroso.
Sábado 14 de
noviembre (por la tarde: cap. 3- 6)
Comienzo el tercer
capítulo. Relatan una escena en la que se encuentran en la escuela y deben
rezar. Al ser ateos, los apartan juntos a otros dos niños que son Testigos de
Jehová. Resulta que las religiones minoritarias fueron tratadas con ferocidad por los
represores, creándose incluso comandos especiales para dedicarse exclusivamente
a su ejecución. Me acuerdo que una vez me contaron que a los Testigos de Jehová
fueron especialmente discriminados durante el servicio militar. Me resulta cómica la parte de la afiliación de algunos
alumnos a la ‘’Naturaleza’’ y cómo los hermanos actúan para que no pertenezcan
más a esta nueva religión.
Lunes 16 de noviembre (cap. 6- 10)
La valentía de estos dos niños es algo sorprendente,
tuvieron que reemplazar su infancia por idear planes y estrategias para
resistir y recuperar a sus padres. Siento lástima por ella, que siempre retiene
sus lágrimas y debe aguantar todo. Se puede notar que se esfuerza por darle un
mejor futuro a su hermano.
La autora hace parecer a la
niña una persona muy madura para su edad, pero a medida que avanzo con
la lectura recuerdo que ella todavía sigue siendo una pequeña, imaginándose
historias o jugando con su hermano.
Martes 17 de
noviembre (cap. 10- 14
En el capítulo 10 me causa mucha tristeza su relato acerca
de la vuelta a la casa de sus tíos luego de pasar una tarde jugando con sus
vecinos. Todos corrían a sus casas a la hora de la cena mientras que ellos
caminaban despacio para retrasar su llegada su casa.
Es chocante ‘’el dolor de panza’’ que describe cuando está
en el cumpleaños, me pone muy triste saber que tuvo una infancia muy difícil o
que ni siquiera la haya tenido.
El personaje principal encontró una amiga con quien jugar y
compartir momentos. Es una lástima que su amistad haya sido interrumpida por la
mudanza de la niña, parecía una relación que podría durar.
Cuando habla de la
gran cantidad de personas que siempre había en la mesa a la hora de comer en la
casa de su amiga me hace acordar a las navidades que pasaba con mi familia en
la casa de mis abuelos, siempre éramos muchos.
La protagonista expresa que se siente adolorida y sola, me
pongo en su lugar por un momento y siento mucha tristeza.
Viernes 20 de
noviembre ( cap. 14- 16)
La trama empieza a ponerse un poco más interesante que antes, aunque estoy esperando a que pase algún situación más impactante que las
anteriores.
Hacen un viaje a Tucumán para visitar a sus familiares.
Resulta que los primos de su tío son policías y su abuela no los soporta. La
protagonista otra vez tiene que hacerle frente a semejante situación y
callarse. No puedo dejar de sentir lástima y, a la vez, envidia de lo valiente
que es principalmente la protagonista, y su hermano también.
Domingo 22 de
noviembre (cap. 16- 19)
Me causa mucha pena la muerte de la abuela que se encontraba
en Tucumán y se me llenan los ojos de lágrimas cuando los hermanos se toman las
manos camino al colegio, compartiendo todo su dolor: ‘’No nos importó que se
rieran de nosotros… A la salida volvimos otra vez de la mano, y recién a la noche, cuando llegó
la hora de acostarnos, nos miramos y él me preguntó: ‘’¿Por qué nos pasa todo
esto?’’
Capítulo 18: me pongo a pensar en la frase: ‘’Pero en ese
club, no sé, se me desataba algo que siempre estaba empaquetado’’. Creo que se
refiere al enojo, dolor, tristeza, impotencia, la mochila de fortaleza con la
que está cargando para no derrumbarse. En el club, ella siente totalmente
contenida, y aprovecha cuando su hermano no se encuentra a su lado para
descargarse. Vuelvo a sentir mucha pena por ellos. Me sentí totalmente asustada
cuando el auto se estacionó en la vereda para escuchar la propuesta de la niña
de lavar su auto y sacó un arma. ¡Pensé que la iban a matar!
Lunes 23 de noviembre
(cap. 19- 22)
Termino con la lectura y la verdad es que no me convence
mucho el final. Me hubiera gustado que algo positivo les pase después de tanto dolor. Lo que sí me agrada es el hecho de que la niña se haya aliviado
acerca de la inconclusa muerte de sus padres con su hermano.
Puede que el final no me convenza pero es un hermoso libro.
Definitivamente pude llegar a ponerme en el lugar de estos personajes
(especialmente de la hermana) y sentir con ellos sus emociones a cada momento. A
su vez, sentí mucha tristeza y dolor por la gente que padeció esta realidad,
especialmente los niños con su inocencia frente a la situación histórica
nacional. No me arrepiento de mi elección porque me gustó mucho la trama y cómo la relató la escritora: una lectura atrapante. Recomendaría este libro absolutamente.
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