“Ojos cerrados, Oídos tapados, Silencio”
ANTES
DE LA LECTURA
Elegí
este libro por varias razones:
- El formato en que estaba escrito fue lo primero que me llamó la atención: los capítulos están titulados por números, los cuales deben tener algún significado oculto; y dentro de estos, el texto está dividido en pequeños fragmentos. Esta división hace la lectura mucho más activa, ya que parece saltar de idea a idea.
- Leí la primera oración con que comenzaba el libro, y me impactó: “¿A partir de qué edad se puede empesar a torturar a un niño?”. Esta pregunta me dio la idea del modo en que estaría narrado el libro: sin barreras, sin ocultar nada.
- Fue uno de los pocos que pude encontrar en internet.
DURANTE
LA LECTURA
Lunes 16/11
La
primera parte está titulada “diez del seis”, y esta comienza con el título “cuatrocientos
noventa y siete”, que es el número que sale en el sorteo para la colimba luego
del número del narrador, cuyo número es 640. Me da curiosidad saber por qué el titulo no es
el número del narrador.
La
frase inicial que da pie a la novela (“¿A partir de qué edad se puede empesar a
torturar a un niño?”) me llamó mucho la atención, y me llamó más aun la
atención que el narrador se fijara en la falta de ortografía y no en lo que
sugiere la pregunta.
Una
frase que me interesó fue “en el servicio militar conviene no saber nunca nada”.
La
narración del parto y lo que era obligada a hacer la muchacha me horrorizaron: “Entre
las risas la vieron fregar sus cuerpos”. Lo peor es que, por más que sea
ficción, seguramente se habrán dado situaciones como esta durante la dictadura.
“Era
un poco como aquellos que, en las noches sobre todo, se ponían a gritar, para
no tener que escuchar más gritos.”
El título
que sigue se llama “Ciento veintiocho”
“Para
usted, soldado”, dijo el sargento, “¿a partir de qué edad se puede comenzar a proceder
con un niño?” Lo que me llamó la atención de la frase fue la palabra “proceder”,
aludiendo a la tortura.
Las recomendaciones del doctor Padilla solo sirven
para continuar con la tortura, esta frase lo demuestra: “recomendó la
suspensión temporaria de las técnicas interrogativas de inmersión, siempre y
cuando existiera la necesidad de preservar la vida de la detenida.
El título “Ciento dieciocho” son los segundos que
cuenta la muchacha mientras el doctor la revisa.
El sargento se enoja por la forma en que está
escrita la pregunta, no se interesa por lo que esta dice.
“El doctor Padilla había dicho que no daba un
centavo por la vida de la madre, y que los de la lista de espera empezarían a
meter presión no bien supieran que el nene había nacido sanito y que, por lo
que podía verse, iba a tener los ojitos claros.” Me hace ver que el niño va a
ser dado a otra familia, y que había una lista de espera para conseguir bebes.
Martes 17/11
Retomé la lectura al día siguiente en el capítulo “1978”,
el año en que se da el Mundial de futbol en Argentina.
La descripción de los jugadores le da más dinámica
a la lectura.
“Ochenta mil”
Busqué los resultados del mundial, para saber qué
partido se estaba dando. Era el de Argentina contra Polonia.
Cuando
el narrador esconde el anillo que encuentra en la arena me provocó cierta tristeza,
ya que él quiere ignorar lo que está
pasando a su alrededor.
“Veinticinco millones”
El hombre que escucha música clásica fue
interesante, porque pareciera que él
tampoco quiere saber lo que está pasando a su alrededor.
Las estrategias que se dan eran confusas: no
llegaba a entender si eran militares o sobre fútbol. La última frase aclaró que
eran técnicas militares.
El narrador sabe que se está golpeando a una
persona detrás de la pared en el descampado, pero se hace creer a si mismo que
es un gato dando un salto.
“Cero uno”
Una frase me interesó: “Yo iba viendo, también callado,
la manera en que pasaban incesantes los desconsolados: tanta gente, tantos
miles, y nadie tenía palabra alguna que decir.” “Pero esa amargura iba más allá
de ellos, porque idéntica se apoderaba de todos; iba más allá de ellos, más allá
del barrio del bajo, más allá de la ciudad, y estaba en todas partes.” Estas
dos frases describen no solo la situación luego del partido, sino la situación
de la población todos los días.
“Doscientos dos” era la habitación del hotel.
Miércoles 18/11
Continué con el capítulo “Cinco”.
“La traición es doble, pero el enojo no dura. De
un modo bastante argentino, el marido resuelve que la culpa la tiene la mujer.”
Hay varias historias que se dan al mismo tiempo, y
eso hace que la lectura sea más interesante.
Busqué el significado de la palabra “lascivia”:
lujuria, deseo sexual, y “compungido”: que siente pena por algo que ha hecho
mal, por compasión de sí mismo o de otra persona. Cinco son los soldados que
violan a la muchacha de la bicicleta.
El título del capítulo no es un número, es “S/N”.
Busqué información sobre Allison Bell. No fue una
mujer, fue un hombre que participó en la fundación del hospital de Quilmes
(Fuente: http://elquilmero.blogspot.com.ar/2011/07/el-nombre-de-tu-calle-william-allison.html
). Al lugar al que van no tiene número, lo que es el significado del título.
El hijo del doctor Mesiano se siente incómodo por
haber estado con una prostituta.
Al hablar sobre las mujeres que se embarazan a
propósito, esta frase aparece: “Claro que el arte de la guerra consiste justamente
en eso: en detectar la mayor fuerza con que cuenta el enemigo, para convertirla
en su mayor debilidad.” Me llama la atención ya que se refiere a que los hijos
se convierten en la mayor debilidad de las mujeres.
“Dos trescientos”
El doctor Mesiano se enoja con el doctor Padilla
por lo incorrecta que es su pregunta dentro del ámbito de la medicina (la
tortura depende del peso de la persona, no la edad) , no por lo que sugiere.
Dos trescientos es el peso del bebé, al cual el
doctor Mesiano responde “¿Nada más? Qué pena: es muy chiquito.” Tratan al bebé
como un objeto, no como un ser humano.
Jueves 19/11
El titulo con el que continuo es “Cuarenta y ocho”.
El narrador ignora lo que la chica cautiva le
dice, piensa en otras cosas, como lo que estarán haciendo los doctores.
“Lo que me acuerdo, todavía, es la característica:
cuarenta y ocho. Me acuerdo porque en ese momento pensé en los números de la quiniela.”
El número 48 en la quiniela es el muerto que habla. La muchacha no va a ser
rescatada, va a morir en un centro clandestino.
“Trescientos noventa y ocho”
El doctor Mesiano lleva algo en el auto, pero no
dice qué es lo que tiene. Dada las circunstancias, parece que lleva al bebé.
Cuando hablan del río, parece esta frase: ““Lo que
se hunde ahí”, dijo el doctor Mesiano señalando hacia abajo, “no se encuentra
nunca más”.” Los cuerpos eran tirados al rio por esa razón.
Sábado 21/11
El epílogo se llama “Treinta del seis”. Se refiere
a la fecha, el 30 de junio. El título de la sección anterior también marca una
fecha, el 10 de junio.
“Uno dos”
Es el 30 de junio de 1982, durante el Mundial en
España.
La noticia que el narrador encuentra en el diario
me llamó la atención: es encontrado un cuerpo sin cabeza y con las huellas
digitales borradas con ácido. Me pongo a pensar que este tipo de noticias habrán
sido usuales luego de la dictadura. A su vez, están las listas de caídos en
batalla de Malvinas. El hijo del doctor Mesiano estaba en una de ellas.
“Ciento treinta y tres” es el modelo del Fiat.
“Lo más aconsejable, para el que pueda controlar
su ansiedad, es entender que la situación en muchos casos todavía es confusa, y
que conviene esperar las comunicaciones oficiales. Por esta vía sólo se entregan
informaciones enteramente chequeadas y ratificadas. Son las listas anunciadas
por el Ministerio del Interior. En una de estas listas, ciertamente, hoy vi el
nombre de Sergio Mesiano.” Hubo muchas familias que supieron qué había pasado
con sus hijos con estas listas, y no quiero imaginarme lo que habrá sido para
ellas.
“Mil novecientos ochenta y dos” es el año del día
que se está narrando.
Cuando una bandera se queda enganchada, una mujer
dice que a la bandera no se le tiran piedras.
“Seis”
El hijo de la chica torturada, Guillermo, fue
apropiado por la hermana del doctor Mesiano. Ahora su nombre es Antonio.
“Cuatro” es la edad de Guillermo.
“Seiscientos treinta”, no sé a qué se refiere. La
última imagen que se da es la del narrador, en su casa, solo, soñando con una
mujer que no recuerda.
LUEGO
DE LA LECTURA
Los
números me dieron la impresión de que la novela era una lista de cosas, donde
no había personas, solo objetos. Un claro ejemplo es “dos trescientos”, el peso
del niño.
Hay
algunos títulos donde no conseguí captar su significado y hubo momentos en que,
leyendo, me olvide de anotar mis impresiones.
El
libro fue muy dinámico e interesante. Al finalizar la lectura, terminé con el
deseo de saber más sobre esta época, y sin poder creer que mis padres la
atravesaron. Me hizo reflexionar el modo en que veo la política en la
actualidad y en lo importante que esta es. Además, me hizo pensar el modo en
que actuamos en la vida cotidiana, donde hay gente que cree que por ignorar lo
que sucede a su alrededor, nada la va a afectar.
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