martes, 17 de noviembre de 2015

Dylan Bredeston

Estos poemas hablan de lo que me pasa y de lo que observo que le pasa a otros, se basan mas que nada en la vida cotidiana, el día a día, y en hechos.


Cansancio, la alarma.
De nuevo arriba.
Ya que se es lunes
por favor no me lo digas.

Seguir la rutina
como toda la vida
haré algo distinto
esta vez sin que lo pidas.

Me voy con buena onda
a ver si algo mejora
a ver si en este día
todo sale de otra forma.



1 ya no queda ninguno.
2 Ahora te veo a vos.
3 y no se que querés
4 mejor lo pienso un rato
5 mi gato pegó un brinco
6 y aunque no lo sabéis
7 por que el dedo me apriete
8 hasta acá me dió el bocho.



Me gusta tu comida, no me gusta la cocina.
Me gusta la guitarra, pero no me gusta afinar.
Me gusta los autos, pero no manejarlos.
Me gusta salir pero no la gente.
Y me gustaría conocerte pero no me gusta hablar.



Todos me piden que me calme
que esté de buen humor
que respire y piense.
Está bien.

Todos me preguntan que sigue
y aconsejan que me decida
que me enfoque.
Para que?

Todos quieren me cuide
que tenga cuidado
que esté alerta.
Eso no me interesa.

Por eso en este corto tiempo
no voy a desperdiciarlo,
voy a divertirme y a disfrutar
teniendo en cuenta las responsabilidades
a las que estoy sometido por mi mas grande enemigo,
el colegio.


Gritar a los cuatro vientos, gritarle al océano,
gritar con la voz de todos los que callan.
 Gritar hasta la ronquera, gritar lo que no esperas,
gritar un susurro de palabras extrañas.
 Abrir la garganta como un parlante que te pega de frente con música horrible,
improvisando sonidos sin significado.
 Abrirme y decir a los gritos lo bien callado que estaba.



Al esteba y a la oficina
llueve y lloverá
un florete y otro florete celeste
del Jaco.
La vigueta está en el culo
Pero ya saldrá
para ver que bonito nieva
del jaco.
Se ríen los arenques
ja jaja jaja
porque el vigía le hace cosquillas
al jaco.
El ciervo en la vergueta
dibujando está
con esquí y papo de seda
del jaco.
El vigía como un bubón
vino para acá
con su colcha barrió el diente
del jaco.
Si pasa por la escultura
los chinchudos quizá
se pondrán una escarola
del jaco.



Se despierta, se levanta,
se cepilla, se baña,
se descarga, se despabila,
se cocina, se alimenta,
se prepara, se marcha,
se traslada, se sienta,
se relaja, se dispara,
se mata.



Que no puedas sentir nada, ni el afecto en un abrazo de tu madre,
que en la vida entera te rechacen, que aburras al instante,
que comas y nunca se te pase el hambre, que no puedas dormir,
que todos escupan sobre vos, que vagabundos orinen y defequen en la puerta de tu casa,
que al besar al amor de tu vida te agarren nauseas y dolor de panza.



Seré de lo mas tuerzo, lelo,
tomado por todos como un perendengue,
como una maula abandonada en un anaquel,
pero tu, cleptómana irrisoria, hurtadora de escarias,
persona execrable, corazón de hielo seco,
acumulación de heces, donde iras a parar?
Extraigo el verduguillo para torturarte
amenazando tu cuello, y tu vida
a donde querías ir alimaña?
insecto mefítico, esta vez no te mofarás.
Tu iridiscencia te delata, al fin y al cabo
a ti la muerte será la única que nunca verá a la cara.



Ella es tremenda, sorprendida por un deseo
puede olvidar un sabor, por una pasión.
Mi amor, qué pasó?
puedo llegar a tener ese corazón?
pero no, ha cambiado,
ella puede demorar, no quiere traicionar.

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