Un
amor sobre cualquier circunstancia
Tarde gris y oscura. Manuela regresaba a su casa pensando en el video que pasaron en el acto de la escuela.
Se sentía muy conmovida e
impactada.
Al llegar a su casa, encontró
a su abuela Chicha. Una señora de unos 60 años, de cabello del mismo color de
nieve, petisa, usaba anteojos grandes como los ojos de gato. Era muy alegre y
divertida.
Mientras tomaban la merienda,
le contó la tristeza que le había provocado ver aquel video, donde mostraban
imágenes tan crueles de una parte de la historia no tan lejana.
Chicha acariciándole la
cabeza mientras la miraba con gran ternura, empezó a contarle una historia.
Rosalinda era una joven estudiante
de ingeniería; llenaba de ilusiones y sueños por cumplir.
Tenía un cabello muy largo y
de color rubio, ojos claros, con rasgos muy finos y siempre estaba vestida a la
moda, con mini falda, camisas, botas hasta la rodilla y algunas veces usaba
camisolas.
Iba a las
reuniones del centro de estudiantes las cual le permitían hacer una de las
tareas que a ella más le gustaba, que era ayudar a las gente, especialmente a
los obreros, en el barrio con los chicos del merendero.
Todo el tiempo libre que le
dejaba la facultad lo utilizaba para participar de todas esas actividades que
compartía con su gran amiga María; una joven estudiante de artes, morocha,
petista y llena de ilusiones al igual que su amiga. Ellas estaban mucho tiempo
juntas, ya que iban a peñas, al cine, a comprar ropa y siempre se contaban
todo.
Un día en que las ideas iban
y venían en una reunión donde planteaban como seguir con la ayuda a los chicos
del barrio, mientras Rosalinda planteaba la idea que tenía, un muchacho la
interrumpió.
Era alto, muy buen mozo, que estaba vestido
con un jean pata de elefante y una camisa con flores, con ojos color miel, con
el pelo largo de color marrón claro y barba
Era Juan; un obrero de una
empresa automotriz y un muy buen muchacho.
Quiso agregar algo a la idea
que Rosalinda había planteado aunque en realidad lo que quería era que ella se
fijara en él.
Cuando terminó, se quedo un rato mirándola fijamente,
sin parpadear. Admiraba lo bella que era, la pasión y la energía que le ponía
al defender sus ideas
María que estaba muy atenta
se lo dijo a Rosalinda.
Al principio se hizo la interesante pero cuando termino la reunión y Juan se acerco a
ella se pusieron a conversar.
Esa conversación siguió, ya
que Juan le pregunto a Rosalinda si la podía acompañar hasta la casa ya que
estaba oscuro y en ese tiempo era complicado andar por la calle.
Al llegar se quedaron
sentados en el borde de la calle entre dos autos, charlando sin tiempos, de sus
cosas y sus proyectos.
Era tal el entusiasmo con el
hablaron que no se dieron cuenta que se había hecho de día.
Juan la iba a buscar a la
facultad, otras veces ella lo buscaba a la salida de la fábrica y se iban al
parque a tomar mate con bizcochitos
Compartían el trabajo con los chicos del
barrio y las reuniones con sus compañeros y trataban siempre de estar al
servicio de los demás.
Les encantaba ir a bailar
Se protegían mutuamente y se
daban fuerzas, cuando se enteraban de las noticias negras sobre sus amigos y
compañeros, los cuales caían en mano de los “monstruos de verde”.
Ya que sabían que era muy complicado volver a
verlos
Ellos se sentían fuertes al
estar juntos, sabían que se iban a proteger y que iban a cuidar ese gran amor
que se tenían
A los 3 meses de estar de novios,
Juan le propuso irse a vivir con ella.
Este acto de amor dejo mucho
mas enamorada de lo que estaba a Rosalinda, ya que sabía que a su lado tenía un
hombre fuerte, inteligente, muy buena persona y que la iba a cuidar frente a
cualquier circunstancia.
Una tarde cuando llegaban a
la puerta de su casa, vieron pasar a máxima velocidad dos vehículos
amenazantes, esos que llevaban a los monstruos verdes sembrando miedo a su paso,
y que pararon en la esquina.
Al tiempo que bajaron aquellos
demonios, gritando y pateando lo que
estaba en la calle.
Ellos sabían muy bien que
aquellos hombres venían a hacer, eran aquellos que se llevaban las personas y
que andaban haciendo desastres por todos lados, pero nunca los habían tenido
tan cerca.
Al verlos, con mucho miedo y
temblando se metieron en la casa.
Juan le dijo a Rosalinda que
se iban a tener que cuidar mucho.
A pesar de todo y con una
gran angustia en su pecho, siguieron adelante con sus vidas.
Los días cada vez se iban
haciendo más oscuros y la alegría de la gente se
había escondido en un rincón pero ellos seguían juntos compartiendo su propia
alegría, ya que se sentían fuertes e invencibles y querían disfrutar su amor a
pleno, sin importar lo que pasase.
Una noche oscura y muy lluviosa,
se despertaron sobre saltados por fuertes ruidos de cosas que se rompían y
gritos amenazantes.
Era tal el miedo que los
invadía, que ninguno de los dos se animaba a salir del cuarto para ver que
sucedía.
Luego de unos minutos un
“monstruo” vestido de verde, entro en su cuarto y arrancan a Juan de su cama y
se lo llevaron
Fue tal la furia y el apuro
con que lo hicieron, que ni zapatillas lo dejaron ponerse.
En aquel momento de tanto
terror y dolor, lo único que sabía Rosalinda que debía hacer era salir
corriendo y escapar, ya que un tiempo antes Juan se lo había dicho.
Agarro lo primero que tenía a
mano y se fue corriendo.
Corrió y corrió, hasta que
logro subirse a un micro y llegar a lo de María
Pasaron unos días en los que
no salió de la casa de su amiga
María fue a hasta su casa, la
encontró destruida y sin señales de Juan
Rosalinda pudo ponerse en contacto con su
familia y decirles donde estaba y contarle aquella noche del horror.
Cada día que pasaba ella
intentaba saber sobre su amado y no podía obtener ninguna noticia.
Luego de dos meses, le
llegaron dos noticias al mismo tiempo que la conmovieron y sabía que sus lágrimas eran de felicidad.
Su amado, luego de estar en
cautiverio, pudo escaparse e iba en busca de su amor. La otra gran noticia era
que estaba embarazada de 3 meses.
Al volver a encontrarse, se
pusieron a llorar y decidieron volver a empezar una nueva vida, lejos de aquel
lugar que le había dado algunas felicidades, pero mucho horror.
Muchos años después, cuando
su hijo tenía 9 años, decidieron volver a su país. Ya que lo extrañaban
demasiado y querían que el niño conozca el lugar donde nació su amor.
Al terminar el relato Chicha
tenía los ojos llenos de lágrimas y la voz quebrada, porque era la primera vez
que había contado su historia. Su cara se ilumino cuando su nieta dijo: Hola
abuelo!!!
Mailen Amor
Mailén: si bien construís una buena historia, no logra conmover como podría porque los hechos se presentan de tal manera que resultan muy previsibles y un tanto inverosímiles por la facilidad con que se resuelven en semejante contexto. Tampoco construís la época sino que la das por sobreentendida.
ResponderBorrarRever construcción de oraciones, tiempos verbales, puntuación, párrafos, vocabulario.
Nota: 6