La intriga
Tenía
que cocinar, cosa que realmente no disfruto, pero en fin, una tarde rara que últimamente se estaba dando
de igual manera todos los días. Mis padres llegaban del trabajo cada día más
tarde y cada día más agotados. Se notaba que algo les preocupaba pero, como la
situación no parecía la mejor, optaba por no preguntar.
Esta
intriga, cada tarde se hacía más indescifrable. Tal vez no estaban teniendo una buena situación económica, pero
se notaba que nunca habíamos tenido la suerte de ser una familia adinerada.
Pasaba el tiempo, sus caras se avejentaban y
sus canas empezaban a florecer, su aspecto de vejez era cada vez peor. Esta
situación los estaba consumiendo, intente averiguarlo de diferentes maneras,
pero nunca logre sacarles siquiera una palabra sobre el tema. Lo único que
lograba eran indicaciones de lo que podía y lo que no podía hacer, Me obligaban
a quedarme en casa toda la tarde y que no se me ocurriera salir a caminar de
noche, increíblemente lograba hacerles
caso. Tampoco tenía mucho para hacer, mis amigos parecían estar en una situación parecida a la
mía, ya que sus padres les prohibían salir a pasear.
Esta situación se estaba tornando insoportable, los días
pasaban cada vez más lento, por momentos parecía que las agujas del reloj se
desplazaban en cámara lenta, no entendía que esperaba, mi vida no tenía
sentido, era siempre igual. Hasta esa noche, la recuerdo como si fuese ayer… seis
de julio de mil novecientos setenta y cinco…
Se escuchó
como se subían al árbol y alumbraban la habitación de mis padres. Ese falcon, del cual salieron los hombres
vestidos de verde, había estado rondando por el barrio hacía mucho tiempo. Me asome por la ventana para entender un poco
más la situación, aunque seguía siendo insólita para mí, que no entendía lo que
pasaba. Se escuchaban gritos, estos hombres estaban totalmente armados. Y parecían no tener miedo
de utilizar las armas.
De
un momento para otro ellos saltaron hacia la terraza de mi casa y los perdí de
vista. Intuía que estaban ahí arriba,
pero saber que estaban haciendo era imposible. Me quede paralizado, totalmente
petrificado, mis padres aún no habían llegado y yo estaba solo en casa.
Finalmente
paso lo más temido, ellos ya estaban adentro. Sus botas resonaban en el suelo y
sus gritos ensordecedores me dejaban inhabilitado para reaccionar. Cuando logre
salir de este estado lo primero que vi fue una valija, salte adentro de ella y
la cerré como pude.
Estaba
muy encogido y escuchaba como esos pasos se acercaban, entraron en mi habitación
y se escuchó claramente como tiraban todo bestialmente sin resentimiento
alguno. Cuando terminaron de revisar mi cuarto pude volver a respirar, aunque
ellos seguían en casa, yo sabía que el mayor peligro había pasado.
Abrí
apenas la tapa de la valija para poder observar algo. Lo único que pude ver fue
la luz que emanaban sus potentes linternas y todo el desorden que había en mi
cuarto. Cuando finalmente descendieron las escaleras, salí de la valija y espié
por la ventana para saber cuándo se iban. Pero ese hecho tardo en llegar, antes
se escucharon unos fuertes estruendos, instintivamente me agache y vi como las
balas atravesaban el piso de parquet de mi habitación y continuaban débiles
hasta toparse con el techo.
Cuando
este hecho por fin finalizó ellos como si nada subieron a su auto y se fueron
derrapando.
Minutos después de este trágico evento llegaron mis
padres, entraron corriendo, y al primer lugar al que se dirigieron fue a mi
pieza, me agarraron, me subieron al auto y partimos viaje, ¿A dónde? Realmente
no tenía idea, tampoco podía preguntar porque estaba tan traumado que ni siquiera podía hablar. Lo único que pensaba era qué había sido eso, nunca antes
había visto nada igual, ni tampoco había oído hablar de nada parecido a ello.
Logre
dormir en el auto, cosa que no era muy común porque éste era chico e incómodo.
Pero el cansancio era tal que no pude resistirme, dormí durante un largo rato.
En primeras instancias cuando me levante no
entendía bien lo que había sucedido, pensé que solo había sido un sueño, pero cuando me despabile un poco pude saber
que seguíamos en ese maldito auto.
Luego de la revitalizante siesta logre salir
del shock, pude hablar y le conté a mis padres lo que había sucedido, lo único
que hacían era asentir con la cabeza. Increíblemente no se los veía muy sorprendidos,
no entendía bien porque pero su reacción me fastidiaba. Como si ellos ya
hubieran sabido que eso sucedería, y no podía soportar la idea de que no
hubieran hecho nada para impedirlo.
Viajamos
durante veinticuatro horas aproximadamente, estas eran interminables, sentía
que en vez de faltar menos, cada vez faltaba más para llegar. Todavía seguía
sin saber a dónde pero la idea de seguir en ese auto me sacaba de quicio. No sé
porque pero empecé a agredirlos no entendí
mi reaccionar. Pero no aguantaba más la intriga. Ellos sabían algo que
yo no, eso era evidente.
Nunca
me lo dijeron, pero yo intuía que íbamos a la casa de la abuela que vivía en
Jujuy, no la veíamos hacía mucho porque un par de años atras se había peleado con mi
padre, luego de este incidente no la vimos más.
Cuando estábamos llegando pude ratificar a
donde nos dirigíamos, estaba en lo cierto. Reconocí el pueblo, ni bien entramos
muchos recuerdos pasaron por mi mente, antes de la pelea solíamos visitar muy
seguido a mi abuela, nos llevábamos muy bien.
Cuando
llegamos, la vi, sentada en el sillón de balcón, estaba muy demacrada. Sus
cabellos blancos estaban ahora muy cortos y finos. Sus arrugas se extendían mediante todo su
cuerpo, hacia mucho que no la veía.
Descendimos
en la puerta de su casa, tocamos el timbre y ella bajo, estaba totalmente
sorprendida. Nos saludó lo más bien,
pero cundo paso mi padre su mirada se prendía fuego, nunca había visto
semejante cara de odio. Pero no pudo hacer más que saludarlo.
Me
echaron de la habitación y hablaron a solas mis padres y mi abuela,
aproximadamente durante una hora. Aburrido de estar solo decidí salir, y los vi
a los tres con los ojos llorosos.
Mis
padres se levantaron de la mesa, se despidieron de mí y se marcharon diciendo
que pronto volverían a buscarme. Ellos
nunca llegaron, pero aún tengo la esperanza de que eso suceda.
Autora: Sol López Marcomini 4° 1 T.M
Sol: No lográs construir un personaje coherente con el contexto pues todas sus reflexiones y planteos, que son posteriores a los sucesos narrados, resultan poco creíbles, ya que no se sostiene lo que ignora o permanece aún como intriga sin resolver. Repensar qué sería construir una época, cómo ficcionalizarla. Tampoco manejás información la militancia o compromiso político; nada verosímil cómo aparecen los padres, sus reacciones, la relación con el hijo.
ResponderBorrarRever Rever construcción de párrafos, vocabulario, algunos tiempos verbales y ortografía.
Nota: 6